Descripción enviada por el equipo del proyecto. Situado en Crach, en la región francesa de Bretaña, este moderno proyecto fue diseñado para ser la residencia habitual de una pareja y acoger huéspedes. Destaca por su ubicación y el confort que ofrece durante todo el año, especialmente por el amplio jardín de invierno, que juega el papel de un amortiguador térmico natural y libre.
Para integrar el proyecto en el entorno natural, un espacio patrimonial, en el que predominan los edificios tradicionales de Bretaña, se eligió la pizarra natural como "hoja", plegada alrededor de la casa. Ofrece una buena protección del clima oceánico local, combinada con un buen aislamiento que asegura su optimización energética durante todo el año.
La casa, de planta rectangular y alargada, permite a los propietarios disfrutar al máximo del sol y de la luz natural. En este esquema de construcción, se optimizaron los costes de construcción centrándose en una conexión directa con el jardín de invierno, extremadamente versátil y agradable en cualquier época del año, así como el uso de materiales de calidad y sostenibles
Josselin Guillo, arquitecto del proyecto que trabajó en combinación con Dorothée Martin, co-diseñadora, afirmó: "Nos inspiramos en las casas unifamiliares típicas de Bretaña. Sin embargo, los materiales de estos antiguos edificios han sido reinterpretados creando una arquitectura contemporánea térmicamente eficiente, buscando sobriedad y delicadeza".